No es nostalgia,
es la antigua ternura que sobrevive a cualquier tiempo nuevo.
Es la tersa alegría, el fuego recurrente, el irse sin adioses, la presencia sedosa de la inocencia.
Es no estar nunca solos en el quicio de los años.
El tiempo recobrado.
Hermanos de tierra y de memoria.
Espejos donde los rostros se miran en las rosas frescas de ayer.
Ráfagas candenciosas de amor y de consuelo.
Escondites, piedras y sangre en las rodillas y en la frente.
La inmensidad de lo fugaz.
La ingenua cordura y los secretos. Las primeras respuestas.
Las balsas, las veredas.
Y, de nuevo, hermanos del principio.
Henos aquí, hoy y siempre.
Pilar. Maravillosa, culta, amiga de sus amigos, una gran luchadora, de paso comentar la fotografía, no conocía a Elías ni a Eshter, como pasa el tiempo os quiero!!!! Marisa y Paco hace mucho tiempo no os veo pero os llevo a todos en mi corazón. Feliz Navidad!!!!!
Muchas gracias, Merche, por tu comentario. Me ha hecho mucha ilusión encontrarte por aquí. Un abrazo muy fuerte y Feliz Navidad.
Bellísimo,Bellísimo, M Pilar que fenomenales palabras y sentimientos,es todo corazón y amor,recibe un abrazo de tu admirador Antonio.Felices Navidades querida.