El género humano es una realidad agitada por un constante inicio: la niñez es la innovación de la humanidad. Los niños han de ser guiados en pos de la construcción de su ser. Su felicidad y el respeto que adquieran por sí mismos dependerán de sus relaciones con personas importantes en su vida y, en definitiva, del AMOR que sintamos por ellos y que sepamos manifestarles. Todos tenemos la responsabilidad de educar.
«El hombre quiere ser confirmado en su ser por el hombre, y desea la presencia del ser del otro… secreta y turbadamente espera un SÍ que le permita ser y que puede llegar a él solo de persona a persona.» Martin Buber.
Lo mejor del ser humano es cuando se es niño, cuando hay tanto por conocer,y se tiene ese gran tesoro de la inocencia y bondad que llevamos genéticamente al nacer.Los adultos tenemos que moldear su personalidad de la mejor y generosa manera, para que tengan los cimientos de ser buenas personas a medida que van hacia la adolescencia,juventud y madurez.un gran beso para ti María Pilar.
Es verdad, Antonio. Nada más puro que un niño. Nada más delicioso que su inocencia. Yo disfruto de ello enormemente con mis sobrinos; con mis sobrinas adolescentes y con mi sobrino de tres años, que es el que se ve en la foto. Gracias y un beso.
Si ,María Pilar una familia con niños es más feliz y reparte amor entre todos sus miembros, un beso.