Los mejores momentos de mi vida han surgido de los peores.
Todos mis logros han sido fruto de fracasos anteriores.
Doy gracias a todos aquellos que me han puesto obstáculos para alcanzar lo que deseaba, a todos los que me han cerrado el paso hacia unas metas que, sin saberlo ellos, no me convenían; a todos los que me han negado su ayuda; a aquellos que, sin negármela abiertamente, han trabajado en contra de mis proyectos. Porque sin quererlo, todos ellos son los que más han hecho por mí.
Y, por supuesto, doy también las gracias a los que sí me han ayudado y me han apoyado. A los que, en cualquier circunstancia, han confiado en mí.
Aunque podría poner muchos ejemplos de lo que acabo de decir, voy a poner solo uno. Uno que fue un logro y me proporcionó grandes alegrías hace tres años y que ahora vuelve a regalármelas: la novela “Pétalos de luna”.
Había empezado a escribirla hacía mucho tiempo, pero por diferentes motivos me resultaba muy difícil continuar. Uno de ellos era la falta de tiempo. Pero… me quedé en el paro. Sufrí mucho esa situación; busqué trabajo desesperadamente, busqué ayuda… pero encontré obstáculos, puertas cerradas y, lo que más dolor me causaba, mentiras. Eso me regaló el tiempo y la furia que necesitaba para escribir “Pétalos de luna”. Cuando la acabé, me levanté y me dirigí hacia otro lugar, hacia otras personas que estaban esperándome para avanzar conmigo, para celebrar juntos lo que nos aguarda.
El de la foto es uno de los momentos más felices e inolvidables de mi vida.
«Pétalos de luna» estará a la venta a partir del próximo 19 de enero.