El género humano es una realidad agitada por un constante inicio: la niñez es la innovación de la humanidad. Los niños han de ser guiados en pos de la construcción de su ser. Su felicidad y el respeto que adquieran por sí mismos dependerán de sus relaciones con personas importantes en su vida y, en definitiva, del AMOR que sintamos por ellos y que sepamos manifestarles. Todos tenemos la responsabilidad de educar.
«El hombre quiere ser confirmado en su ser por el hombre, y desea la presencia del ser del otro… secreta y turbadamente espera un SÍ que le permita ser y que puede llegar a él solo de persona a persona.» Martin Buber.