El viernes recogí con inmensa alegría el premio #ImpulsoSolidario de Ibercaja que ha ganado la Fundación Cadete. Estoy muy orgullosa de ser embajadora de esta entidad social que trabaja por la integración de niños y jóvenes con discapacidad.
Los tratamientos de rehabilitación son eficaces para que estos niños consigan su máximo desarrollo físico, mental y social y tengan una vida adulta plenamente integrada; pero son costosos y no están al alcance de todas las familias. Fundación Cadete ayuda a las familias a pagar tratamientos de sus hijos. Su misión: Ningún niño sin tratamiento por falta de recursos.
Recauda fondos para esta misión, por ejemplo, en su Mercadete, que incorpora la Economía Circular vendiendo excedentes de stock y productos con taras de distintas marcas. Si todavía no han comprado los regalos de Navidad pueden hacerlo en fundacioncadete.org o en el número 54 de la Gran Vía de Madrid.
Su proyecto Perfectos Imperfectos reivindica la perfección de lo imperfecto y aúna las piezas esenciales del camino a la dignidad: las personas, el planeta, la justicia, la prosperidad y las alianzas.
Por todo esto presenté este proyecto al concurso Impulso Solidario de Ibercaja, y llamé, escribí y fui a ver a compañeros y amigos de Ibercaja Banco y de Fundación Ibercaja. De Madrid, de la Rioja, de Zaragoza, de Huesca, de Barbastro, de Monzón, de Jaca, de Sabiñánigo, de Sariñena. A todos, GRACIAS.
Además, les pedí el voto para otro proyecto social que presenté y del soy también con gran orgullo embajadora, el Centro de Día y Consigna para personas sin hogar de la Fundación San Blas, que obtuvo un segundo Premio.
Y muchas gracias a Ibercaja por este concurso que consigue hacer realidad los sueños de quienes más lo necesitan.
