Desagrada a algunos que facebook denomine “amigos” a los… ¿Cómo dirían ustedes? Facebook los llama “amigos” y entiende que tenemos un vínculo previo en la vida real con aquellas personas cuya “amistad” solicitamos o aceptamos en la red.
Sin embargo, desde mi punto de vista, el gran mérito de las redes sociales (tal vez porque son gratis no hemos llegado a advertir su gran valor) es que nos permiten comunicarnos con personas a quienes no conocemos y, casi con seguridad, jamás podríamos conocer de otro modo: gente a la que admiramos, gente que nos inspira un gran respeto porque muestra interés por nosotros, gente que cuenta cosas que nos interesan, gente que nos informa, que nos advierte, que nos hace sonreír, que nos emociona, gente que nos apoya, que nos consuela, que nos anima y ¡gente que nos muestra otra forma de ver las cosas!, lo cual es excelente para nuestras neuronas. Las redes sociales nos permiten escuchar y hablar a toda esa gente, y de ese trato pueden nacer verdaderos afectos. Conocer, escuchar y hablar, es el primer paso de la amistad.
«En el principio era el Verbo… Todas las cosas por él fueron hechas» (Juan 1). Las palabras expresan pensamientos y propósitos, y tienen, a su vez, un gran poder creador. “Amigo” me parece una palabra preciosa: es fértil, flexible y desplegable. Los amigos no se acaban en los que ya tenemos, sino que siempre podemos tener más. Cuando menos y donde menos lo esperamos, conocemos a una persona, congeniamos y ese encuentro puede convertirse en una larga y fecunda amistad.
No sé si es por el poder creador de la palabra o por lo valiosos que son mis amigos de las redes sociales, o tal vez por ambas cosas, me siento inmensamente afortunada de tenerlos.
La escritora, diplomática y una de las grandes líderes del siglo pasado, Eleanor Roosevelt, dijo que “la amistad con uno mismo es de suma importancia, ya que, sin ella uno no puede ser amigo de nadie más en el mundo”. Yo me atrevo a añadir que las redes sociales ayudan a uno a ser mejor amigo de sí mismo, y también a ser mejor persona en tanto le hacen consciente de que el individualismo es una patraña, y que hay valores como el respeto por los demás, la responsabilidad de lo que publicamos o la cooperación que merecen la pena.